Deportes.- España fue el mejor equipo de la Eurocopa y lo ratificó en la final, donde logró superar los nervios, el planteamiento de Inglaterra y las dudas que generaba un equipo talentoso, pero tal vez muy joven. Pero el brillo de sus jugadores le permitió conseguir una merecida victoria, 2-1, para obtener su cuarta corona.
Los de Luis de la Fuente celebran con todo merecimiento. Hay jugadores para el presente y para el futuro, como Lamine Yamal, que apareció para armar la acción que destrabó un partido durísimo.
El primer tiempo fue tenso. Se notó muchísimo, sobre todo en elsa joven selección española, que de entrada pareció sentir la presión de la final. No jugó con la misma solvencia del resto de la campaña, en la que llegó a la final con seis victorias consecutivas.
En esos primeros 45 minutos, los de Luis de la Fuente solamente se acercaron una vez con peligro, con un disparo de Fabián Ruiz que se conviritió en la única exigencia para el arquero Jordan Pickford.
Inglaterra apostó a resguardarse y a tratar de sorprender a España con contragolpes veloces, pero en realidad solo generaron una opción en la primera mitad, y fue en el tiempo añadido, con un tiro de Phil Foden que controló Unaí Simón.
La levantada del segundo tiempo le dio el título a España
No era un panorama fácil para España, y menos después de perder por una lesión muscular a Rodrigo Hernández, quien se fue del campo quejándose de un dolor en la parte posterior del muslo izquierdo. En su lugar entró Martín Zubimendi.
Sin embargo, el segundo tiempo pareció darle un nuevo aire a España, que empezó a coquetear con el gol hasta que finalmente lo consiguió: la frescura de Lamine Yamal le permitió meterse en diagonal hacia el centro y cambiar el juego hacia la izquierda, donde Nico Williams metió un tiro cruzado para vencer a Pickford, en el minuto 47.
El 1-0 hizo que España pusiera contra las cuerdas a Inglaterra. Tuvo tres oportunidades claras en 15 minutos: Dani Olmo se lo perdió un minuto después del primer tanto, al intentar poner la pelota cerca del poste: la tiró afuera.
Williams buscó su doblete con un remate de media distancia, pero el tiro no tuvo dirección. Luego, Lamine Yamal metió un freno para sacarse al defensa y rematar a ras de piso. La mano salvadora de Pickford evitó el segundo.
Gareth Southgate intentó recuperar el control del juego con dos cambios, con la entrada de Ollie Watkins, primero, por Karry Kane, y después, la de Cole Palmer por Kobbie Mainoo. Y la segunda modificación tuvo efecto casi inmediato.
Una salida de Bukayo Saka encontró a Jude Bellingham en el corazón del área. El jugador del Real Madrid tocó atrás y Palmer le pegó desde afuera, a ras de piso, para igualar el partido a los 72, un par de minutos después de haber ingresado.
También un jugador que llegó desde el banco fue el autor del gol que le devolvió la ventaja a España. Mikel Oyarzábal, que reemplazó a los 67 a Álvaro Morata, anotó el 2-1 a los 85, al juntarse con Marc Cuccurella para abrir el juego y luego meterse al área para que le devolvieran la pared y rematar al arco.
Inglaterra no se rendía. Tuvo el empate en el minuto 90, en una doble opción de Declan Rice. La primera se la sacaron de la raya, y en el rebote, remató de cabeza y tiró el balón por encima de la portería. Acabó con un susto, pero España ganó un título más que merecido.